Desintoxicación celular y reconstrucción genética para combatir el cáncer
Dr. Benny Nieves / Foto: Lemuel Meléndez
Por: Marilyn VicensEspecial para Reporte Médico
Se
respira paz allí. La gente saluda con alegría. Un adolescente flacucho y
de pelo largo camina sereno junto a su madre y se despide de nosotros
con un entusiasta “¡bendiciones para todos!”. Contestamos al unísono,
como si estuviéramos en práctica coral, “¡igualmente, bendiciones para
ti!”. Yo me sorprendo ante este escenario. Parecemos apreciarnos al
instante. Y no todos nos conocemos, algunos siquiera nos hemos visto
antes.
Me
siento agradecida. Casi feliz. Pero no del todo porque estoy en una
oficina médica de pacientes de cáncer y de enfermedades y condiciones
llamadas “terminales”, entre otros padecimientos. Sin embargo, en el
despacho del Dr. Benny Nieves, en el Hospital HIMA San Pablo de Fajardo,
reina un ambiente de esperanza. Lo puedo palpar en el lenguaje corporal
y en las miradas de los paz-cientes.
Mientras
espero mi turno para entrevistar al doctor en bioquímica y medicina
biológica, graduado del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de
Puerto Rico, y de la Universidad de León, en España, conozco a don
Felipe (nombre ficticio). Es paciente de cáncer de próstata en
recuperación. La conversación no se hace esperar.
“¿Qué
edad usted cree que tengo?”, me pregunta pero yo sólo sonrío. El no se
da por vencido y continúa: “Mire yo tengo siete dos (72) y estoy como un
corozo. A mí me habían desahuciado cuando llegué aquí. Me mandaron a mi
casa a morirme, ¡y yo ahora lo que estoy es buscando a mi futura
esposa! ¡Ja! ¡Ja! Yo tenía un cáncer de próstata ‘reventao’. Pero doctor
Benny me cogió y me puso nuevo. Dios primero, claro. Aquí uno tiene que
tener fe y disciplina. Hacer lo que el tratamiento pide, usted sabe. Y
casi todos echamos pa’lante, usted verá”.
En
eso oigo mi nombre y me despido de don Felipe. Voy en ruta a mi
encuentro con doctor Benny, así le llaman cariñosamente sus pacientes.
En una ultra sencilla oficina donde nada sobra y nada falta, me espera
el reconocido médico de uno de los querendones de Puerto Rico: el
compositor y cantante Robi ‘Draco’ Rosa, posiblemente su más famoso
paciente de cáncer en recuperación.
Nada
en él habla de glorias, de hecho, Dr. Benny no pierde tiempo en señalar
que “toda la gloria es de Dios”. Es un hombre de fe. Pero también de
ciencia. Es un bioquímico conocido y distinguido internacionalmente. Su
desarrollo profesional se dio, en parte, en el Florida Hospital College
por invitación del renombrado Dr. Neil Ross, a quien se conoce como la
“biblia de las vitaminas”.
Fue
en ésa institución hospitalaria, en Fort Lauderdale, donde Dr. Benny
comenzó a hacer realidad uno de sus más grandes anhelos: atender
pacientes pediátricos de escasos recursos económicos. En unión al
también boricua y químico, Dr. Edwin Valladares, y con el respaldo de un
equipo multidisciplinario, se dieron a la tarea de desarrollar un nuevo
protocolo de cáncer (para tratar la enfermedad) basado en la
desintoxicación celular y la reconstrucción genética.
“Todo lo que se utiliza en este protocolo es formulado por mí”, afirma Dr. Benny. “Esto de lo que se trata es de hacer una recombinación genética de las células CD4 y CD8,
que son unos tipos de linfocitos que actúan en el cuerpo cuando hay
infecciones; son las llamadas células ‘asesinas’ porque matan lo malo y
dejan lo bueno. Esto es hablando de forma sencilla para que todos lo
podamos comprender”.
El especialista agrega que el protocolo “funciona así; primer paso: Se saca sangre del paciente, se saca el suero aparte de lo que quedó de plasma, se incuban los linfocitos por tres días, se convierten en células dendítricas a las que se les añade el antígeno de la célula maligna y se crea una vacuna para el cáncer de la persona en particular. Son vacunas autólogas. Luego, como segundo paso, se hace manipulación del ph en sangre. Se utiliza bicarbonato de sodio al 8.4% intravenoso en ciclos de cinco días por cinco semanas. Esto se hace para mantener un medio alcalino en la sangre. El cáncer en medios ácidos hace ‘fiesta’. Por ende, de esta manera se crea un tipo de angiogénesis donde el tumor o el cáncer que sea, esté encapsulado o no se mueva de su área. Posteriormente, como tercer paso, se da un 10% de Quimioterapia Natural Bioactiva. Se baja el nivel de azúcar del paciente y se le pone la quimio. Luego de media hora, sacamos una gota de sangre al paciente y vemos cómo ocurre la apoptosis, que es la muerte de la célula cancerígena. Esto lo vemos en un microscopio que conocemos como microscopio ciego. Muy especializado. En este protocolo entonces podemos ver cómo las células malas mueren y las buenas no. Lo próximo, en el cuarto paso, es poner unas dosis muy específicas de vitamina C (ácido ascórbico y ascorbato de sodio). No se trata de una sobredosis de vitamina C, ¡ojo! Esto tiene que hacerse con un gran conocimiento del protocolo. Se hace intravenoso y dura 24 horas en el cuerpo. De esta forma engañamos a la célula cancerígena. Es la molécula más parecida a la de la glucosa. Elimina los radicales libres en el hígado. Es un proceso complejo, pero esta es una forma sencilla de describirlo para que todos podamos relacionarnos con él”.
Y
esto, de acuerdo con el profesional de la salud, “es lo perfecto de la
integración de la llamada medicina tradicional y la bioactiva.
Desintoxicación celular es lo que hacemos para crear comunicación
celular y, por ende, los suplementos o químicos que podamos estar
tomando puedan ser absorbidos de un 90 a un 100 por ciento”.
Este
no es el único protocolo que trabaja el Dr. Nieves, quien atiende
además a pacientes de VIH, lupus, leucemia, osteoartritis, osteoporosis,
diabetes y otras condiciones y procesos como ‘anti-aging’ o anti-envejecimiento.
Eso
sí, asegura que “en todos mis protocolos hay un denominador común: todo
lo que uso es orgánico, natural y no tóxico. Mira, en la Biblia dice
que en los elementos de la tierra –y hay 72 elementos en la Tabla
Periódica- y en las plantas está la salud del hombre (y la mujer). Hay
tanta sabiduría en la Palabra. Yo ahora mismo me encuentro en el proceso
de escribir un libro sobre lo que llamo ‘la verdadera cara del cáncer’.
Será escrito desde la perspectiva médico-científico-espiritual. Estos
componentes son inseparables para mí en el acercamiento que le hago al
proceso de tratamiento de mis pacientes”, afirma Nieves.
Actualmente
la tasa de sanación de sus pacientes de cáncer, de acuerdo con el
galeno, está entre un 70 y un 90 por ciento “si siguen fielmente y
disciplinadamente mis instrucciones y el tratamiento o los tratamientos,
cuyos componentes diseño yo y los envío a manufacturar en laboratorios
en los Estados Unidos”.
Los
efectos secundarios del protocolo de desintoxicación celular son
mínimos, de acuerdo con Dr. Benny, y pueden incluir sed y/o náusea de
uno a dos minutos de duración. Si el paciente así lo desea, este
protocolo se puede combinar con otros tratamientos que la persona esté
recibiendo de otro médico o médicos. “Aquí
yo no le digo a ningún paciente que deje ésto o aquéllo, es su
decisión. Quien viene aquí lo hace libremente, casi siempre por
recomendación de otro paciente mío, yo le explico cómo funciona y le
hago mis recomendaciones, pero cada persona es quien decide. Y de hecho,
muchas de las personas que vienen aquí -como mi primera paciente cuando
regresé de Estados Unidos: una bióloga, hermana de un médico de
Mayagüez que llegó en metástasis de colon a cerebro y huesos y hoy día
está sana, vienen donde mí porque ya les han dicho que no hay nada más
que se pueda hacer por ellos. Así yo recibo pacientes de Estados Unidos,
de toda Latinoamérica y el Caribe y de tantos otros lugares del mundo”.
El Dr. Benny Nieves abrirá oficinas próximamente en el Hospital San Lucas de Guayama, y en el Centro Médico de Mayagüez;y aunque le han ofrecido establecerse – a “sus anchas”- en México y Estados Unidos el sueño que él persigue está aquí en suelo borincano: “Mi
anhelo, mi meta es tener un hospital de 30 habitaciones para niños
pacientes de cáncer, desahuciados, sin recursos económicos, y que
podamos atenderlos gratuitamente para ofrecerles no sólo sanación, sino
calidad de vida, a ellos y ellas y sus familias”. Ese es el gran sueño
de Dr. Benny, que se despide de mí entre una sentida oración de
bendición, carreras y sonrisas. Y es que su fanaticada lo espera ansiosa
en la sala. A juzgar por el recibimiento… ¡no tiene nada que envidiarle
a su paciente Robi Draco Rosa!